En un estilo
basado en el metal y el rock progresivo, PAARIS nos brinda una experiencia
sonora que se hace muy breve. Sin embargo, por medio de sus cinco piezas
musicales, podemos apreciar una evolución en la técnica y en la composición del
músico respecto de su trabajo debut.
En general, Valhalla mantiene una firme inspiración en el espacio, sin caer en el space rock. Ello se aprecia tanto en algunos títulos como en los arreglos, que alcanzan una refrescante sensación de asombro. Ciertamente, el hecho de que sea un álbum instrumental le permite ser interpretado de manera más libre por sus oyentes. Aunque perfectamente puede no buscarse ninguna interpretación y solo dejarse llevar por sus sonidos.
En mi opinión
muy personal, y estando de acuerdo con el propio PAARIS, Valhalla representa un
considerable paso adelante en su carrera solista, por varios motivos. El
primero, es que si bien se mantiene como único compositor, el hecho de contar
con dos guitarristas invitados para las piezas «Valhalla» y «Flow» solo
enriqueció el sonido del EP en general. Segundo, porque PAARIS incursiona en la
guitarra de 7 cuerdas, a diferencia de su trabajo anterior en que utilizaba
seis, otorgándole mayor peso y profundidad a su sonido. Tercero, porque al
mantenerse trabajando con Rudy Pagliuca, supo mantener su identidad, incluso
madurando elementos de la estructura de sus composiciones. Junto con ello, el
artwork, a cargo nuevamente de Adrian Salas, sigue reflejando ese aspecto
cósmico y sideral de la inspiración de PAARIS en su música.
LAS CANCIONES
El EP, de 19:40 de duración, comienza con la pieza homónima. «Valhalla» irrumpe con dispares compases llevados por todos los instrumentos, hasta la entrada del solo de guitarra que, como es sello de PAARIS, es la auténtica «voz» de su trabajo instrumental. El dueto que construye con su invitado Jason Kui en guitarras alcanza un nivel superlativo. Además, el impecable desempeño de Izzo en teclados otorga limpieza a los sonidos crudos que predominan en esta pieza.
«Maverick» cuenta con un destacado riff muy influenciado por el hard rock más clásico. Sobre dicho riff se construye, de forma repentina, un cálido pasaje pasados los 25 segundos, y que vuelve a crecer en intensidad de manera paulatina. El apoyo que brinda la batería de Sastry y la velocidad que Padilla inyecta al bajo facilitan la construcción de estas atmósferas diversas. Con ello, la guitarra se desliza mediante diferentes efectos y ritmos que juegan constantemente entre el tecnicismo y el feeling.
«Polaris» fue, según PAARIS, su primera composición en guitarra de siete cuerdas. Continuando con su inspiración estelar y en medio del trabajo fundamentalmente nocturno del guitarrista, esta pieza se convirtió en el single promocional de Valhalla. Abriendo con una guitarra dura sobre la que se desenvuelven los demás instrumentos, es la canción más breve de este trabajo. Si bien podría durar algo más de sus 3 minutos, alcanza a realizar una serie de variaciones a su melodía principal como para hacer sentir satisfecho a cualquiera.
La cuarta pieza es «Flow». Aquí, PAARIS contó con la colaboración de la destacada guitarrista británica Sophie Burrell. «Flow» comienza con el teclado como protagonista, aunque en un pulso bastante ágil, Dicho pulso se mantiene, con variaciones, a lo largo de toda la pista, en que la base de metal se fusiona con algunos elementos cercanos al jazz, en la demostración más limpia de destreza en la guitarra en todo el EP.
Para finalizar, encontramos «Filo Rosso», inspirada en la idea del hilo rojo que une a dos personas trascendiendo tiempo y espacio. Quizá por ello, expresa el lado más sensible del EP, con fluidos sonidos de guitarra, llenos de profundidad y calidez en su interpretación. Los teclados, con un buen reverb, facilitan la construcción de esta atmósfera más íntima, que finaliza con un suave outro luego de haber alcanzado el clímax sonoro pasado el minuto 3, dejando a cualquier oyente con ganas de volver a escuchar desde el inicio.
Con todo, a
pesar de hacerse corto, Valhalla de PAARIS representa un reconfortante y
destacado aporte a las líneas más actuales de rock y metal, y que cualquier fan
de música progresiva instrumental podrá disfrutar. Recomendamos escuchar
«Valhalla» en más de una ocasión, preferentemente con unos buenos audífonos,
para captar todos los detalles que nos ofrece.
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